Texto: JOAQUÍN VOLTES | Fotos: UNIVERSIDAD DE GRANADA
En el año 2012 se puso en funcionamiento el Proyecto Atalaya 3D cuyo principal objetivo es el de crear un Portal Virtual dedicado a difundir y poner en valor el Patrimonio Artístico de las Universidades Andaluzas, coordinado por la Universidad de Granada, quien se encarga de las digitalizaciones 3D y desarrollo de la web y app correspondientes (Atalaya3D). Todo ello está siendo posible gracias a la implicación de los Vicerrectorados de Cultura y Patrimonio de cada una de las universidades públicas andaluzas.
En la última fase, correspondiente al año 2019, la Universidad de Sevilla ha colaborado con la aportación de cuatro obras, quizás poco conocidas para el público general pero de gran importancia para nuestra institución. De ellas, tres se encuentra en el Panteón de Sevillanos Ilustres y la otra en el Taller de Restauración de la Facultad de Bellas Artes. Se trata de dos sepulcros funerarios de Bulto tallados en mármol que muestran las figuras yacentes de Benito Arias Montano (1527-1598) y de Lorenzo Suárez de Figueroa (1345-1409) y de un bajorrelieve en bronce, dedicado a Francisco Duarte de Mendicoa, militar destinado en Sevilla que fue Proveedor de General de la Armada y el Ejercito fallecido en 1554, y a su esposa Catalina de Alcocer. Pensado para estar ubicado en el piso, un criterio ciertamente controvertidolo ha llevado a estar adosado a un muro lateral del brazo del crucero.
Arias Montano fue un gran humanista nacido en Fregenal de la Sierra cuyos amplios conocimientos le llevaron a destacar en el Concilio de Trento. Felipe II le nombró su capellán y le encomendó la misión de corregir la Biblia Políglota Complutense. El resultado fue una renovada edición conocida como Biblia Regia o Biblia de Amberes. Obra que porta entre sus manos el finado donde se puede leer: “Biblia regia”.
Lorenzo Suárez de Figueroa fue maestre de la Orden de Santiago y fundador de convento de Santiago de la Espada. A sus pies posa la figura de un perro, símbolo de la fidelidad, en cuyo collar puede leerse por partida doble la inscripción “Amadis”.
Por último se ha escaneado el busto-relicario de Santa Ana, fechado entre 1600-1620. De estética naturalista, debió formar parte en época de la Compañía de Jesús de la antigua capilla de las reliquias de la iglesia de la Anunciación y que hoy en día hace las veces de sacristía.