RESCATANDO A GARCÍA MAROTO
“Menos componer cine hizo de todo”. Así resume el crítico y especialista en cine Miguel Olid la vida de Eduardo García Maroto (Jaén, 1903-Madrid, 1989), una de las figuras más completas e insólitas del cine español. Maroto es la figura que se homenajea en un seminario que se celebra en CICUS y que coincide con la exposición que ahora se puede ver en el Antiquarium.
Y, efectivamente, García Maroto es un cineasta total que comenzó como auxilizar de laboratorio, fue cámara, actor ocasional, responsable de sonido, guionista, montador, director y productor con un relevante papel en las grandes producciones norteamericanas rodadas en España durante los años sesenta.
Sin embargo, Maroto es hoy un personaje poco conocido, casi olvidado para la mayoría. Este seminario de CICUS quiere recuperar y rescatar a esta valiosa figura del cine español cuyas paradojas biográficas tienen mucho que ver con este olvido de su historia. “Su mejor película, “La hija del penal” está perdida y la peor, “Canelita en rama”, es la más difundida”, explica como causa de este desconocimiento Miguel Olid que también ha presentado la biografía que ha escrito sobre el cineasta en el transcurso del seminario de CICUS.
La recuperación del cine de Maroto para este seminario permitirá ver tres de sus películas: “Mi fantástica esposa”, que protagonizó la actriz sevillana Antoñita Colomé; “Los cuatro robinsones” y “Tres eran tres” en la que parodia con especial brillantez el género de la españolada.
Maroto tuvo mala suerte. Coincidieron circunstancias desafortunadas en momentos claves de su vida. Cuando había logrado el éxito popular y de crítica con “La hija del penal” y con sus geniales parodias de los géneros en los cortos “Una de fieras”, “Una de miedo” o “Una de western” estalla la Guerra Civil. A partir de entonces, Maroto tendrá continuos problemas con la censura y en ocasiones tendrá que hacer, muy a su pesar, películas del régimen. “Hay gente que le recuerda como el montador de “Raza”, pero lo fue porque no le quedó otra. Para esa película del régimen querían a los mejores profesionales y él lo era. Pero Maroto no quería de ninguna manera hacer “Raza”. De hecho, cuando enfermó el director Sáenz de Heredia él tuvo que hacerse cargo de la película, lo que le obligó a suspender la que él estaba rodando en ese momento. Es tremendo que haya quedado estigmatizado políticamente por eso”, asegura Miguel Olid. “Tuvo una vida llena de dificultades: escasez de medios, problemas con la censura, incomprension de su humor, necesidad de hacer películas comerciales. García Maroto fue un gran cineasta con especial predilección por el cine bufo y de parodia de género. Y además destacó por su relación con la literatura ya que colaboró con algunos de los autores de la llamada otra Generación del 27 como Miguel Mihura o Tono. Por otro lado fue pionero en el cine infantil y también llamado didáctico donde siguió las iniciativas que se hacían en Inglaterra y que él quiso plasmar con su versión cinematográfica del Quijote, un proyecto fabuloso que otra vez los obstáculos impidieron que se llevara a cabo más allá del primer capítulo.
El miércoles también se celebró la mesa redonda “García Maroto y el cine español”, con Juan Mariné, Premio Nacional de Cinematografía, y Eduardo García Matilla, hijo de Maroto y consejero de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. La jornada culminó con la proyección de Mi fantástica esposa (1943).
El rescate de la figura de Maroto continúa el jueves con la mesa redonda “Relación de García Maroto con la literatura” con Fernando Lara, coautor del libro Miguel Mihura en el infierno del cine junto a Eduardo Rodríguez Merchán; Gema Fernández Hoya, autora de la tesis doctoral Antonio de Lara Gavilán “Tono”: la pirotecnia de la palabra, y el moderador Rafael Utrera, autor de varios libros sobre cine y literatura y profesor de la Universidad de Sevilla. Para concluir con la película que Maroto hizo al terminar la Guerra Civil, Los cuatro Robinsones (1939).
La última jornada estará dedicada a la participación de García Maroto en las grandes producciones de Hollywood rodadas en España y participarán Julio Sempere y Luis Matilla, ayudantes de dirección en varias de estas producciones, y María José Bogas, doctoranda y máster en cine español, que ejercerá de moderadora. A esta mesa redonda seguirá la conferencia “Eduardo García Maroto: una semblanza personal”, a cargo de Agustín García Matilla, decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación, de la Universidad de Valladolid, campus de Segovia.